Durante la cumbre en el año 2015 la UE y México acordaron la renegociación del Acuerdo Global que entró en vigor en el año 2000. El eje central de este Acuerdo es un tratado de libre comercio que habría de ser “modernizado” en esta renegociación. Este estudio publicado en conjunto por Pan para el Mundo, Misereor y el Centro de Investigación y Documentación Chile-América Latina (FDCL) aborda las posibles consecuencias sociales, ecológicas y en derechos humanos de esta “modernización”. Así mismo, evalúa los impactos del Acuerdo Global vigente.
El Acuerdo Global: Entrada libre para a las corporaciones
Las expectativas sobre el Acuerdo Global entre la UE y México no se han cumplido desde el punto de vista mexicano. En lugar de diversificar sus mercados, México sigue dependiendo en gran medida de los Estados Unidos: el 80 por ciento de sus exportaciones van al estado vecino. Además, el déficit comercial de México con la UE aumentó año con año: en 2002 ascendió a 8,6 mil millones de euros y en 2015 fue de 14 mil millones de euros.
Las diferentes administraciones de gobierno en México han tomado numerosas medidas en las últimas décadas, con el objeto de proporcionar a las corporaciones transnacionales una plataforma de producción de bajo costo para la fabricación automotriz, electrónica y textil. Sin embargo, el costo de los puestos de trabajo obtenidos es alto. El nivel de los salarios en México ha caído significativamente con respecto a los niveles internacionales: entre los países de la OCDE, los salarios en México son los más bajos. Hoy en día, los salarios por hora en México son 42% más bajos que en China.
Como ocurre desde hace tiempo, en las maquiladoras creadas en México predominan malas condiciones de trabajo, los derechos humanos son violados y los sindicatos reprimidos. A espaldas y en detrimento de los trabajadores son celebrados contratos colectivos aparentes entre empresas y sindicatos ficticios que no fueron elegidos por los trabajadores. Las empresas, a su vez, descuentan las cuotas sindicales de los salarios, y las transfieran a los sindicatos blancos. También las empresas europeas, como la alemana Schaeffler que cuenta con tres plantas en México y abastece autopartes a Volkswagen, han firmado tales contratos que violan las normas internacionales sobre derechos laborales.
A pesar de que la situación de los derechos humanos en México desde 2006 se ha deteriorado dramáticamente, la UE no ha utilizado la cláusula de derechos humanos establecida el Acuerdo Global para implementar medidas como consultas oficiales o la suspensión (parcial) del acuerdo. Así pues, desde el año 2006 en el marco de la „guerra contra las drogas“ emprendida por el Estado Mexicano han muerto más de 150.000 personas y ocurrido 30.000 casos de desaparición forzada.